La dirección de Espacios Verdes, junto con Higiene Urbana, volvieron a reforzar ayer (jueves) en el centro de la ciudad la fumigación con un repelente ecológico para ahuyentar los tordos, justo una semana después de la aplicación inicial y de un primer análisis positivo de acuerdo al relevamiento realizado por la Cámara de Comercio local entre sus asociados.
La aplicación se hizo otra vez desde la Estación del ferrocarril hasta la Terminal de micros y los cruces, entre las calles Roca y San Martín, y se repetirá el próximo jueves, con la tercera pasada, informó Federico García, director de Espacios Verdes.
“Tuvimos una charla con la gente de la Cámara de Comercio, que hizo un relevamiento parcial entre los comerciantes, y según nos comentaron, coincidieron en que hubo en las veredas una menor cantidad de excrementos de aves aunque la presencia de tordos sigue estando, pero como primer balance hay cierto optimismo por el resultado”, explicó el funcionario.
García explicó que por tratarse de un producto ecológico es probable que el efecto sea más lento y eso a su vez demore la conclusión más definitiva del método empleado, al tiempo que planteó como riesgo latente la posibilidad de que la migración termine trasladando el problema a otros sectores de la ciudad.
“La intención es que se dispersen pero no en conjunto, porque si vuelven a concentrarse en otra parte sólo estaríamos corriendo de lugar el inconveniente”, señaló García, quien, no obstante, comentó que no debe esperarse una desaparición total de la población de tordos.
El producto que se aplica es VG GUARD, de origen vegetal, cuya materia prima principal es el extracto Alicina (ajo), es ecológico y está aprobado por todos los organismos ambientales. “Hasta ahora no hubo quejas de los vecinos por el olor del producto”, destacó García.
Los beneficios del producto son los siguientes: Es Natural, ecológico y bio-degradable; tiene un amplio efecto de larga duración; es estable en aguas duras; no es tóxico y se puede utilizar en presencia de seres vivos; no altera ni el olor ni el sabor de los productos tratados y esaltamente soluble en agua.
El Municipio viene trabajando en una serie de acciones tendientes a controlar la proliferación de aves por
las dificultades que generan en la limpieza de la zona céntrica, por los excrementos y las consecuencias
sobre la salud pública por afecciones respiratorias y a la piel. Todas estas acciones son ambientalmente
responsables, afirmó García.