La Municipalidad de Trenque Lauquen invita a la comunidad a participar mañana (miércoles) a las 11 del acto de donación de la obra de arte del Colectivo de Muralistas “Aurora” para el Servicio de Oncología del Hospital Municipal “Dr. Pedro T. Orellana”, en el marco del Octubre Rosa, el mes de concientización de la lucha contra el cáncer de mama.
La actividad es organizada en forma conjunta por la dirección de Salud Comunitaria, a cargo de Victoria Domínguez; el colectivo de muralistas “Aurora”, y el Museo Municipal de Artes Visuales de Trenque Lauquen (MUMAV), cuya responsable es la Licenciada en Artes Plásticas, Juanita Sánchez.
“Desde el MUMAV siempre buscamos desarrollar y fomentar actividades para el desarrollo de las artes plásticas y visuales, y con este objetivo trabajamos en conjunto con otras áreas del Municipio para que a través del arte se potencien algunas ideas, y es así que con el área de Salud Comunitaria decidimos hacer algo por el mes de la concientización de la lucha contra el cáncer de mama”, explicó la Lic. Juanita Sánchez.
“Comenzamos a trabajar la idea con una artista que había transitado la enfermedad, María Chiampan, quien es parte del colectivo Aurora, y quien propuso convocar al resto de los integrantes de este colectivo, para trabajar en la obra que quedará inaugurada mañana”, señaló.
Acerca de la obra, Juanita explicó que “es un círculo que hace referencia a un seno, está fragmentado en diferentes partes y cada artista que participó puso ahí su visión, sus sensaciones y reflexiones acerca de lo que le pasa cuando hablamos de cáncer, y acerca de sus vivencias personales en torno al tema”.
Además, recordó que “esta actividad está relacionada con otra obra que se hizo con público y que se llevó a cabo el 5 de noviembre en la sede de Barrio Alegre, en el marco del encuentro denominado “Zumba Rosa”, que fue organizado por Salud Comunitaria y de la que participó el MUMAV”.
“En el marco de esa clase de Zumba, el MUMAV llevó una base de madera que tenía la forma de un lazo, ícono de la prevención, y llevamos objetos con diferentes texturas para generar un collage entre los participantes, y la idea era que una obra fuera hecha por artistas y la otra por el público”, señaló.
“La gente iba pegando cosas suaves, rugosas, ásperas, filosas, aterciopeladas (diferentes texturas), como una analogía a las sensaciones que puede llegar a tener una persona que es diagnosticada con cáncer”, dijo Juanita para resaltar que el objetivo de la jornada era hablar de la prevención y de cómo se transita la enfermedad.
Acerca del objetivo de toda la propuesta, dijo que “lo que queremos comunicarle a la sociedad es que el cáncer no es necesariamente un monstruo al que hay que temer, y esto fue un proceso, tuvimos muchas conversaciones para llegar a la idea y fue muy interesante escuchar el testimonio esperanzador de María (Chiampán)”.
“En la propuesta que le hicimos a los muralistas del colectivo Aurora para invitarlos a participar, buscamos transmitir que el cáncer no es necesariamente sinónimo de muerte, y que hay que pensar en que es una oportunidad para seguir luchando por la vida”, subrayó.
La reflexión que Juanita Sánchez compartió con los integrantes del colectivo Aurora y que sentó las bases y fundamentos del proyecto dice lo siguiente:
“Más allá de promover la consulta temprana y la identificación de los primeros síntomas, esta propuesta artística se fundamenta en el derecho de todas las mujeres que han sido diagnosticadas a ser informadas y tratadas con respeto emocional, es decir, dimensionando las verdaderas posibilidades de mantener una buena calidad de vida, y continuar con las actividades laborales, familiares y personales de forma armónica y feliz.
El cáncer no es necesariamente un sinónimo de muerte, y por ello, debemos empezar a romper los mitos que sobre esta enfermedad se han construido durante años.
El color rosa, que ha sido utilizado como emblema del lazo homenaje de la lucha contra el cáncer de mama desde 1992, fue elegido por ser asociado popularmente con lo femenino. Sin embargo, desde el arte el rosa es un color que deriva del terracota, y que desde la antigüedad clásica daba los tonos de la piel, considerándolo por ello un color de vida. (*El período rosa de Picasso, por ejemplo, fue su transición a una etapa más amable, cálida y emocional).
En oposición al dolor, la angustia o la desesperanza que la idea de un cáncer produce habitualmente en el común de la sociedad, hablar de esta enfermedad en rosa es hablar desde la celebración de estar viva.