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El área de Cultura del Ente Descentralizado de 30 de Agosto realizó ayer (miércoles) distintas actividades que invitaron a reflexionar sobre la necesidad de construir una sociedad más igualitaria, en el Día Internacional de la Mujer.

El Director del Ente Descentralizado, Jorge Zapata; la titular del área de Cultura de esa localidad, Eugenia Zapata; la Secretaria de Desarrollo Humano, Griselda Felice; la Directora de Niñez y Familia, Cristina Fester y la titular de la Oficina de la Juventud,  Marta Bathis, acompañaron la jornada.

En ese marco, se puso a disposición de las instituciones y agrupaciones una radio abierta de las que participaron las Mujeres Autoconvocadas de 30 de Agosto, el colectivo de mujeres “Las Mostras” de Trenque Lauquen, LIPOLCC, la narradora Sandra Rodríguez; Mariana Rodríguez de la  Biblioteca Municipal «Francisco Espain» y  Silvina Korstanje y Anabela Errazquin del área de Desarrollo Humano.

Además, los artistas plásticos Diana y Marianela Costa y Martín Grau realizaron una intervención junto al público presente y Analía Obregozo en voz y guitarra  y Tomás Robles en percusión, interpretaron temas de mujeres latinoamericanas.

Por último, y con una intensa lluvia, las artistas Nacha Martínez y Victoria Alonso se subieron a la glorieta de la Plaza San Martín de 30 de Agosto para poner en escena la obra “Encendiendo hogares” que con un despliegue de humor asegura que  “la Familia, la primera de las sociedades naturales, se encuentra bajo la amenaza de la modernidad, y esa es la razón de los constantes atentados que sufre como institución garante de la seguridad y la libertad de la propia familia, la sociedad y la nación”.

Las licenciadas y doctoras Marta Ambrosio de Fittipaldi y Mirta Umpiérrez de Mogávero, realizan un trabajo en territorio con el objetivo de recomponer esta situación e implementar su innovador método al que llaman “Proceso de Reorganización Familiar”, salvando así a millones de hogares que están siendo llevados a la destrucción.

En un intercambio con el público, desde la ironía, Marta y Mirta recorrieron los mandatos de la mujer y del hombre en la sociedad patriarcal.

La historia culminó cuando el espectáculo de las mujeres se ve atravesado por sus propios conflictos personales que incluso contradicen su teoría. En este proceso develan las consecuencias de una vida bajo los dogmas que predican y el desenlace se vuelve hilarante y vertiginoso cuando las señoras se enfrentan cara a cara, cuerpo a cuerpo.