Durante el acto oficial que se desarrolló esta mañana (viernes) en la Escuela Secundaria n° 9 por el Día de la Memoria, también se escucharon palabras alusivas a la fecha a cargo de la docente Alejandra Roburu y una reflexión de la estudiante de 5° B, Rosario Rivarola.
“Recordamos hoy que un 24 de marzo de 1976 se instaló en el país una dictadura cívico militar que hirió de muerte a las instituciones republicanas y sesgó la vida de decenas de miles de argentinos pero que fue echada para nunca más volver”, manifestó Roburu, para agregar que “esta fecha señala un punto de inflexión en la sociedad argentina, en la medida en que el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional interrumpió la trama social, cultural y política que se venía constituyendo desde mediados del siglo XX”.
Tras hacer un repaso de lo que ocurría en aquel momento y también en los años previos a la dictadura marcados por las injusticias, desigualdades y la violencia, consideró que “este proceso hirió y debilitó gravemente a nuestra sociedad”.
La docente dijo que se llevó adelante un plan sistemático, organizado y dirigido a “destruir toda forma de participación popular”, y enumeró varios ejemplos de este accionar llevado a cabo por los militares durante la última dictadura.
“Fue una usina de miedo que paralizó a la población dejando una huella de muerte, silencio, exilio e intolerancia”, sostuvo la docente, para destacar aquellas voces que a pesar de esta situación se animaron a enfrentar a la dictadura de aquel entonces, como las Madres de los desaparecidos que decidieron organizarse para pedir colectivamente por la aparición de sus hijos/as, formándose así las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que, junto a otras organizaciones, prosiguieron su lucha por la defensa de los derechos humanos.
En otro tramo de su discurso se refirió a la fuerte presencia militar en el país, y a los golpes de estado, marcando especialmente la violencia del ocurrido en 1976. “Durante los años que duró la última dictadura se violaron todos los derechos de los argentinos; derechos que hoy damos por sentado: el derecho a la vida, a expresar nuestras ideas, a poder elegir a nuestros gobernantes, a no ser arbitrariamente detenidos, a no recibir torturas o tratos crueles, entre otros”.
“Con la recuperación de la democracia comenzó a restablecerse la vigencia de estas garantías y durante estas semanas se estuvo trabajando en las aulas para generar un espacio de debate donde se abordaron los hechos ocurridos durante ese período”, expresó.
“En este aniversario debemos habilitar como comunidad un encuentro con el pasado, provistos de argumentos y de herramientas para hacerlos propios, fortaleciendo el compromiso de que todas las vidas merecen la pena; que hay un valor en vivir bajo el imperio de la ley y que es necesario seguir peleando por la justicia como a cada generación le corresponda”, señaló.
Por su parte Rocío en su mensaje señaló, entre otras cosas, que “todos los niños/as y jóvenes tenemos el derecho y el deber de saber lo que ocurrió en nuestra Patria”.