En busca de ahuyentar la presencia de aves invasoras, en particular de los tordos que en grandes cantidades suelen buscar refugio y pernoctar en los árboles de la avenida Villegas, en pleno centro de la ciudad, con los perjuicios que ocasiona y la comunidad ya conoce, la dirección de Espacios Verdes del Municipio y un cetrero local firmaron un convenio para empezar a realizar desde la semana próxima un control biológico a partir de una acción disuasiva con la utilización de gavilanes.
Uno de los principales problemas con los tordos es que son aves gregarias, que viven en enormes bandadas que dejan a su paso una gran cantidad de suciedad producida por sus heces, algo que podemos observar a diario especialmente en las veredas céntricas, brindando un aspecto desagradable, de suciedad y muy oloroso, que representa un riesgo higiénico y sanitario.
Si bien tienen hábitos diurnos, es común que a la tardecita los tordos se posen en la arboleda utilizándola como percha para dormir. En esta época del año, incluso, tienen una mayor presencia en nuestra ciudad y con las altas temperaturas el olor que se desprende de los excrementos, uno de los inconvenientes más fáciles de percibir, es muy fuerte.
Con su vuelo, lo que logran los gavilanes al ser aves rapaces, es espantar y alejar las bandadas. Debidamente adiestrados y con ese objetivo, en los próximos días podrá observarse a algunos de ellos en la ciudad.
El gavilán tiene un pelaje azulado en la parte superior y su dorso es blanquecino con abundantes franjas pardas.