Compartir

La dirección de Infraestructura del Municipio procedió a señalizar con pilares de color amarillo y cinta refractaria los cortes efectuados en los caminos rurales que conducen a Trenque Lauquen desde Berutti y Primera Junta, en la intersección con las calles Gobernador Irigoyen (Camino Rural), Scalesse (la calle del Prolim) y Tala (la del basural), a fin de evitar accidentes en el marco de un mayor control de los ingresos y egresos a la ciudad, que ahora se circunscriben a los accesos García Salinas y Perón por la pandemia de Covid-19.
“En los cortes que hicimos el sábado pasado y que estaban señalizados en forma provisoria con tambores y Conos Flex ahora pusimos señalización definitiva con pilares de color amarillo y cinta refractaria para evitar accidentes”, explicó Marcos Soriano, director de Infraestructura.
Asimismo informó que “en las calles que salen desde Trenque Lauquen hacia Berutti colocamos cartelería, unos 800 metros antes de las calles cerradas para evitar que la gente se confunda y se encuentre con la calle cortada sin previo aviso”.
En este sentido Soriano comentó que “el vecino que viene de Berutti se encuentra con el corte, dobla hacia mano izquierda e ingresa a la ciudad por el control del acceso García Salinas”.
Al respecto dijo que “había mucha gente que evadía los controles entonces de esta manera todo vecino que ingresa a Trenque Lauquen por ese sector indefectiblemente tiene que entrar por el acceso controlado”.

. OBRA EN EL CANAL LLAMBÍAS
Por otro lado Soriano confirmó que quedó reparado el piso del canal de la Llambías, en la intersección con calle Maldonado, donde se había generado una rotura que a su vez provocó un bache en el asfalto que también quedó reparado, con lo cual el sector quedó habilitado al tránsito.
Al respecto el funcionario comentó que “se utilizaron herramientas de mano y percutores porque colocamos debajo del puente once (11) metros cúbicos de hormigón”, señalando que
“cuando cortamos el paso del agua nos encontramos con la losa rota y a su vez con una losa de cuatro o cinco metros que estaba completamente en el aire producto del agua que había socavado el suelo”.
Por lo tanto, según dijo Soriano “hubo que picar el lugar, hacer la base y el hormigón nuevo y después hubo que dejar fraguar hasta que se pudo habilitar nuevamente el paso de agua y el tránsito por el puente”.