Fue, como el nombre de la convocatoria anunciaba, una verdadera Charla de Living. Desde la calidez de la ambientación, que si bien era lo menos importante predispuso de un modo acogedor al hacer de la Casa de la Cultura un espacio intimista, hasta su desarrollo, con relatos, confesiones, anécdotas, risas y también profundas emociones en el contar sus historias de vida de seis vecinas reconocidas del distrito, Nora Arbio, Silvia Scelzo, Pamela Araneo, Magui Delfino, Mariela Nazar y Sandra Moleker, ante un auditorio numeroso que escuchó en silencio y con mucha atención todo lo que allí estaba pasando, de manera cómplice o casi como si estuviera espiando una conversación entre amigas.
La propuesta de la Secretaría de Desarrollo municipal para conmemorar el viernes pasado el Día Internacional de la Mujer tuvo, además de este encuentro, un notable espectáculo musical brindado por Carlos Debat y un cuerpo de bailarines de distintas academias –Dana Herrero, Anita Corral, Ianina Vega, Dulce Rodríguez, Gastón Pereira, Alejo Martínez y Ale Pérez Ferster- que se realizó en el Anfiteatro, en el Parque Villegas, también con muy buen acompañamiento, mayoritariamente mujeres, pero no excluyente. Bailaron hip hop, latino, salsa, regaettón, femme, disco y danza contemporánea, en una puesta ideada por Debat especialmente para la mencionada evocación.
De ambas actividades, enmarcadas dentro de un programa que se denominó “Mujeres Valientes, como vos” y que incluyó una Feria de Artesanos y un Patio de Comidas, participó el intendente municipal, Miguel Fernández, y se acercaron algunos varones, sobre todo jóvenes.
La Charla de Living, conducida por la periodista Daniela Villaro sin que sus intervenciones interrumpieran el clima de confianza que se había creado, por el contrario, su curiosidad fue un aporte que enriqueció aún más la conversación, apuntaba a que las seis invitadas contaran en primera persona cómo habían luchado por sus derechos, por conseguir estar en pie de igualdad con el hombre en la sociedad y por su desarrollo íntegro como personas.
Si bien cada historia es única, en cada una de las seis que se escucharon hubo puntos de contacto, circunstancias, hechos, coyunturas que se repitieron, y que se confabularon para que protagonistas y espectadoras fueran una unidad. La empatía gobernó el ambiente y la duración de la charla hizo que la hora y media parecieran diez minutos.
Nora Arbio habló de su comienzo militante que derivó en un trabajo con el Plan de Alfabetización que, a su vez, le valió ser llamada por Jorge Barracchia para ocupar la secretaría de Acción Social del Municipio durante muchísimos años, hasta llegar a ser elegida Senadora provincial.
La Dra. Scelzo, la primera mujer Jueza del Departamento Judicial Trenque Lauquen, explicó el largo camino recorrido para alcanzar ese relevante rol desde las aptitudes y no desde los contactos que a veces todo lo allanan.
Pamela Araneo dijo que abrazó de grande su pasión por correr ya que antes no había tenido las posibilidades ni el tiempo necesario para dedicárselo, y que ahora ese tiempo se lo hace aunque tampoco le sobre.
Magui Delfino conmovió al recordar la huella en valores que le dejaron su abuela y su madre y reflexionó acerca de su búsqueda sin planificaciones rígidas que la acercaron a la pintura para darle en cierta forma un sentido a su vida y que hoy eso, como muralista, le permite ganarse la vida, aunque deja el futuro abierto a nuevas experiencias.
Mariela Nazar recordó su espíritu de niña rebelde frente al mandato de sus padres aunque hacía lo que de ella se esperaba, y se volvió a sorprender y sorprendió a todos cuando reveló que a pesar de estudiar Letras un día se encontró trabajando en un banco, comodidad que debió abandonar por el fallecimiento de su hermano, Roberto, para hacerse cargo como empresaria del diario La Opinión y, en especial, afrontar la experiencia de tener que pararse frente a 60 personas, los empleados.
Y Sandra Moleker se remontó a su inserción laboral en Trenque Lauquen, en una colonia con el profesor Sergio Barbas, primero y luego como docente en el Colegio Los Médanos, hasta que dos problemas serios de salud, uno suyo y más adelante otro de su esposo, la obligaron a reinventarse y convertirse en emprendedora (Tejidos en Telar Caleutun).
Claridad en el objetivo y la perseverancia para conseguirlo en algunos casos. En otros la exploración. También la fortaleza para hacerle frente a nuevas e inesperadas situaciones. Realidades familiares que, culturalmente, las obligaban a asumir tareas hogareñas a la par de sus estudios o trabajos fuera de casa. Y en todas la evidente tenacidad, actitud firme, voluntad de luchar y certeza del aprendizaje constante a cada paso que dan, como posibilidad de crecimiento, nutrieron de contenido una charla que seguramente volverá a ser motivo de una nueva reunión, con ellas o con otras vecinas que también se animen a compartir sus historias de vida.