Una multitud se acercó esta tarde (domingo) al boulevard Villegas, especialmente al sector de Plaza San Martín frente al Palacio Municipal, para disfrutar de un colorido desfile de bicicletas, motos y autos antiguos, y del tradicional desfile criollo que contó con la participación de carruajes, agrupaciones tradicionalistas locales y de la región, y también de las tropillas entabladas que llegaron desde distintos puntos del país, para engalanar los festejos por el 148° aniversario de Trenque Lauquen.
Los integrantes de la “Vejentud Murguera”, bajo la dirección de Jeremías Olivera, fueron los encargados de abrir el desfile, al ritmo de la música y la batucada, y poniéndole alegría y calor a una tarde que se presentó nublada y fresca, y que contó con la presencia de numerosos vecinos/as, representantes de instituciones intermedias y funcionarios del equipo municipal, que acompañaron el desarrollo del desfile.
Después llegó el momento de las pintorescas bicicletas antiguas, motos y autos de otras épocas, algunos relacionados con el automovilismo local, distintos modelos que ya son parte de la historia provenientes de La Pampa, Salliqueló y Tres Lomas, réplicas autorizadas como la Coupé Fuego de Juan María Traverso, y además ex pilotos locales, quienes se lucieron por el boulevard Villegas.
El desfile criollo comenzó más tarde después que Leandro Álvarez -capataz del desfile- le pidiera autorización al intendente municipal, Francisco Recoulat, para iniciar la pasada de las agrupaciones y caballos. El intendente les dio la bienvenida, agradeció a la comunidad por estar presente y autorizó el inicio del desfile señalando: “La Villegas es de ustedes”.
Empilchados especialmente para la ocasión, los jinetes de las distintas agrupaciones desfilaron por el centro de la ciudad, dejando su saludo a los vecinos/as, que desde las gradas y parados detrás de las vallas ubicadas sobre la plaza, siguieron con atención la pasada de las agrupaciones.
El desfile fue encabezado por la Bandera Nacional, portada por Osvaldo Trionfetti; La Bandera Bonaerense, llevada por Martín Peña y la Distrital, por Leandro Álvarez, y contó con la animación del relator “Maxi” Parada y del payador Manuel Hermosi, quienes estuvieron acompañados en la guitarra y el acordeón, por Tomás Romero.
Frente al público desfilaron integrantes de la Escuela Especial n° 501, acompañados por gente de Coronel Suárez; carruajes de distintos estilos, y luego las agrupaciones La Zanja de Alsina, El Badajo de 30 de Agosto; El Mulchen; Los Vascos; Anga Iru; Los Campesinos; El Picazo; Los Baguales de Tres Lomas; agrupación Juancho; Los del Litoral; Centro Ecuestre “La Viviana” y “El Último Gaucho”.
En casi todas las agrupaciones participaron adultos, jóvenes y chicos/as que desfilaron con orgullo y ataviados para la ocasión, generando los aplausos y admiración de los vecinos/as que siguieron con atención la pasada de centros tradicionalistas y el relato de Maxi Parada y del payador, Manuel Hermosi, quienes hicieron gala de sus conocimientos camperos.
En la continuidad de una tarde cargada de tradición, y en uno de los momentos más atractivos, hicieron su pasada las tropillas entabladas, destacándose el trabajo y la destreza de los jinetes, que demostraron cómo el conjunto de caballos, “ahijados”, de un mismo pelaje siguen a la yegua madrina, que lleva un cencerro.
Fueron de la partida: Pedro Sagasti, de 9 de Julio y su tropilla de moros; una tropilla de Arroyo Venado del establecimiento El Potrero; Iñaki Salvador de Casbas con una tropilla de blancos; Cristian Lanari, con la tropilla de bayos 4to de milla, la única de estas características inscripta en el país; Daniel “Cucho” Ayala, de General Arenales con una tropilla de lobunos; el trenquelauquenche Marcelo Luengo con los picazos overos; y Rosendo Botte, con una tropilla de picazos.
Entre “entreveros” y demostraciones, los jinetes se lucieron en el centro de la ciudad generando el aplauso de los vecinos/as que no se movieron de su lugar y siguieron con atención el desarrollo de esta parte del desfile.
La Feria de Artesanos y Emprendedores y los puestos gastronómicos, ubicados sobre Plaza San Martín, le dieron el marco ideal a una jornada bien gauchesca y tradicionalista, que año tras año convoca a todos los trenquelauquenches.