“Hace poco tuve el honor de dirigirme al pueblo cuando reinauguramos la plaza (San Martín) y me pasó algo muy particular, que no les veía las caras cuando hablaba, no saben qué difícil que es hablar sin ver la cara de la gente, es como hablarle a la pared, falta ese ida y vuelta con la mirada para saber por dónde seguir el discurso, y hoy es distinto porque les veo las caras y la alegría”, comenzó diciendo el intendente Miguel Fernández, al dirigirse a la comunidad en el acto central por el 146º aniversario de la ciudad de Trenque Lauquen.
“Escuché muy atentamente las palabras de Isabel (Araujo, la Lonko de la Comunidad Mapuche Cacique Pincén), con quien tenemos una relación desde antes que fuera Intendente, pero que se consolidó cuando asumí, porque me ayudó a entender cosas que quizás no entendía y a consolidar sentimientos necesarios para enfrentar las dificultades, y está muy vinculado con lo que dijo Ignacio (Zubizarreta, Dr, en Historia que le precedió en la palabra)”, subrayó.
En este marco hizo referencia a la pandemia de Covid-19, a las restricciones que impidieron la realización de este acto en los últimos dos años y también a los momentos difíciles que nos tocó vivir como sociedad y “por eso es bueno hoy estar juntos nuevamente para poder recrear el vínculo”, señaló.
También se refirió a la proclamación de Marta Cohen como la nueva Fortinera Trenquelauquenche para marcar que “va a ser raro tener una fortinera en el exterior”, y confió que el trabajo que ella tendrá como embajadora de la ciudad, entre otros, será explicar afuera qué significa ser Fortinera.
“Siempre en mis discursos, de una u otra manera vuelvo a lo mismo, por qué somos tan orgullosos de lo que somos, porque alberga nuestro corazón esa fusión de culturas y de dos grandes que lucharon y se enfrentaron pero que se comprendieron para fusionar dos mundos que parecen aún hoy antagónicos, en una visión que nos trasciende pero que forma parte de nuestra genética, de lo que significa Trenque Lauquen”, señaló.
En este marco, Fernández se refirió a la “paradoja” que significó ponerle en aquel entonces las Campañas al Desierto, porque “esto no era un desierto, el desierto no necesitaba campaña si estaba desocupado, no hacía falta nada, había que ir y sentarse y si había una campaña al desierto es porque había gente acá y había que avanzar sobre esa gente, no había un desierto, por eso es importante lo que dice Isabel (Araujo), y gracias a Dios que nuestro proceso fue diferente también, no fue la campaña de (Juan Manuel de) Rosas ni la de (Julio Argentino) Roca, fue distinta porque nacimos distinto y esa diferencia nos permite entender”.
En otro párrafo de su discurso vinculó lo anteriormente dicho con otro hecho destacado que significa la decisión de la familia de Eduardo Pereda, de donar a Trenque Lauquen un tercio de la colección privada de platería mapuche que desde los 18 años había empezado a coleccionar.
“Esto es muy importante para nosotros, no sólo por la colección que es fantástica, sino también por su significado”, remarcó Fernández, para revelar que “al hacerme el ofrecimiento me dejan unos libros, hay varias personas que escriben distintos capítulos y una periodista le hace un reportaje a Eduardo Pereda, padre, donde él relata su vida y cuenta cuando recorría con su hermana los montes y médanos buscando piezas y objetos”.
En alusión a Pereda, recordó que “cuando terminó la secundaria, en el año 1944 se fue a pasear por la Patagonia y ahí empezó a entrar contacto con gente que arriaba bueyes, que iba con mujeres en los carros, a caballo, con chicos y se encontró con lo que después investigando entendió que era el pueblo mapuche llevando ganado de un lado y del otro de la cordillera, y así empezó a estudiar y a comprar, primero como un hobby, pero luego con el objetivo de rescatar esos objetos que él preveía que se iban a perder en el olvido, y fue juntando material, con mucho respeto, y parte de ese material va a estar en exhibición acá”.
“Esto lo obligó a entender la cosmovisión de los pueblos originarios”, señaló el Jefe comunal, quien consideró que “la historia es importante, no como un objeto vacío o seco, sino porque la historia nos permite entender de dónde venimos, dónde estamos hoy y hacia dónde tenemos que ir, y en este mismo libro, (Rodolfo) Casamiquela, un paleontólogo y estudioso del tema, en una parte final escribe lo siguiente: “Los caciques fueron un símbolo de una época, en que la construcción de una nación plural era todavía posible a pesar de las violencias, incluso algunos de ellos intentaron la vía del entendimiento hasta último momento, al igual que sucedía en el lado de los blancos, donde también muchos procuraron ese acercamiento, pero esta alternativa no pudo ser y un día los principales de la tierra dejaron de galopar por las llanuras”.
En este sentido consideró que “más allá de lo maravilloso del escrito, se puede decir y agregar, que el galope que no se escucha está presente, que esa identidad, la del Cacique Pincén y del General Villegas están presentes en nuestros días aunque no lo notemos porque esto, de haber perdido la oportunidad de una época donde todavía la construcción de un país plural era posible, debe ser posible, porque toda la conquista y todo lo que hicimos no nos permitió ser un país que después de tantos años se digne de ser desarrollado”.
“Las luchas de antaño siguen vigentes, y seguimos sin ponernos de acuerdo y en la necesidad de resolver los problemas estructurales, bien lo dijo Marta (Cohen), es la educación, pero también parte de la educación es la cultura, por eso es que hemos hecho eje en Trenque Lauquen del acervo cultural, en ser la capital de los murales, y en la importancia de los murales porque lo que mostró (Rodolfo) Campodónico es la historia bonaerense, y también la de nuestros originarios”.
Y añadió: “Esa es la historia viva de Trenque Lauquen, la que merecemos recordar y construir para el futuro, éste no debe ser un aniversario más, debe ser el aniversario que nos permita pensar entre todos el futuro que necesitamos construir”.
“Tanta sangre derramada, de luchas internas, entre pueblos originarios y ejército debe haber servido para algo, no puede ser que sigamos discutiendo lo que no tenemos que discutir, es el momento de empezar a pensar cómo construir realmente nuestro país, y cada uno tiene una misión, todos, desde Trenque Lauquen hagamos el esfuerzo para dar el ejemplo, de que es posible, aquí construir en las diferencias, teniendo presente el pasado, sabiendo dónde estamos, cuál es nuestro rol actual y pensar el futuro para nuestros hijos, ese es el desafío de este nuevo aniversario y a no descansar en la tarea titánica que tenemos”, concluyó.