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El área de Bromatología municipal formuló una serie de recomendaciones para el manejo seguro de los alimentos, evitando de este modo, o al menos reduciendo los riesgos de enfermedades para la salud.
Entre los consejos, la bromatóloga Juliana Vera señaló
– Lavarse las manos antes de preparar alimentos y de comer.
– Evitar el contacto entre alimentos crudos y cocidos.
– No comer carnes crudas o mal cocidas.
– Consumir leche pasteurizada.
– Tener cuidado con las conservas caseras.
– No consumir huevos crudos.
– Lavar verduras y frutas con agua segura.
– Conservar la cadena de frío.
– No descongelar los alimentos a temperatura ambiente.
– Comprar en comercios habilitados.
– Leer los rótulos de los productos.
– Guardar los alimentos en recipientes limpios y tapados.
– No mezclar productos de limpieza.
«Una de las cosas que recomendamos siempre es mantener la cadena de frio y a los alimentos que requieran temperatura de heladera, mantenerla en ella o afuera el menor tiempo posible, mientras que en el caso de los alimentos que vayamos a consumir calientes, tratar de que estén siempre calientes y no dejarlos durante mucho tiempo fuera de la heladera, ya que en épocas de verano la reproducción bacteriana se acelera un poco más», explicó Vera.
La profesional hizo hincapié que haya una lavado de manos continuo, «entre cada tarea que realicemos y antes de estar en contacto con los alimentos y también después de usar el baño, tocar la basura o cualquier elemento ajeno a la tarea que estamos haciendo».
En cuanto a las compra de alimentos y particularmente en el supermercado, la bromatóloga sugirió que recién a último momento «se retiren los productos que lleven cadena de frio» y de ser posible, que se haga «en alguna bolsa térmica o algo que conserve un poco más» la temperatura.
Vera propone lavar entre cada tarea las superficies o utensilios que se empleen y afirma que «jamás deben usarse los mismos sin lavar entre los que son alimentos cocidos y crudos, y el mismo orden debe estar en la heladera, sin juntar los alimentos listos para el consumo con los que estén crudos; hay que evitar el contacto entre ellos».
La especialista hace una aclaración en el caso de los huevos: «No hay que lavarlos ya que poseen una capa protectora que evita el ingreso de bacterias», dice, y puntualiza que es conveniente conservarlos en un recipiente hermético sin humedad y dentro de la heladera, hasta que sea utilizados. «Pero sí hay que lavar todo lo que haya estado en contacto con los huevos», aclara, en referencia a los utensilios y las manos de quien esté cocinando.
También explicó que el hervido de los huevos debe realizarse en un recipiente específico para eso, sin que haya en el mismo otros alimentos, en tanto que para el cocido de carnes, la temperatura debe llegar a 70 grados y «tiene que estar cocinados totalmente el centro».
Aunque la carne no debe lavarse antes de ser cocinada, hay que limpiar el lugar donde fue manipulada.