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El intendente municipal, Miguel Fernández, participó hoy (miércoles) de la entrega de una camioneta Sprinter cero kilòmetro y convenientemente adecuada a las necesidades de las personas con discapacidad, que la familia del vecino Eduardo Pereda realizó al Centro de Formación Integral (CFI). De esta manera se pone fin a un problema que la institución arrastraba desde hace mucho tiempo.

Fernández indicó que “la misma emoción que tienen todos, la tengo yo. Dentro de nuestra visión de gestión, la educación está en el tope de las prioridades, no hay futuro si no hay educación”.

Como decía Eduardo Pereda recién, “hay quienes necesitan más y quienes necesitan menos, quienes a veces tienen menos visibilidad que otros. Y en este sentido la educación especial fue un tema prioritario dentro de la educación. Hace poco tiempo inauguramos la escuela 501 y 502 y quedaban pendiente la 503 y la movilidad de la escuela o del CFI”.

En ese sentido agregó que “la plata nunca alcanza, siempre es difícil. Esto estaba en la agenda del año que viene, hasta que apareció la familia Pereda, que no es la primera vez que colabora y contribuye con la comunidad. Hoy cumplimos gracias a la familia Pereda, que liberó a la Municipalidad de una carga que nos permite poder reorientar los recursos para cumplir con la escuela 503, y ese día vamos a poder decir: cumplimos entre todos con la educación especial”.

El vecino Eduardo Pereda reveló que “no soy yo quien hace la donación ni es la familia, es mi tía Isabel, que falleció en marzo con 92 años. Siempre le gusto el campo, estar cerca de la comunidad, venir a visitarnos”. Y agregó: “Hace 7 ú 8 años en una de las visitas que nos hizo Isabel, me dijo que quería contribuir con alguna escuela especial, porque estas son las que más hay que sostener y más hay que ayudar. Entonces me hizo acordar al año 1984 cuando ella integraba la empresa junto con mi papá y otra tía y se festejaron los 100 años de la fundación del campo, ahí se hizo una donación importante para la escuela 501. Ella dejó por escrito que quería donar algo útil, algo que impacte y sirva para la escuela y bueno, acá está la Sprinter”.

La directora del CFI, Marisol Paolucci, señaló que “son miles de sensaciones juntas. Pasamos por muchas situaciones en las que tuvimos que poner el cuerpo, golpear puertas, hablar y trabajar con las familias muy duro para poder llegar a la institución y poder cumplimentar con todas las tareas y poder brindarle a ellos la calidad educativa que se merecen”.

Agradeció a las familias y a los alumnos “que fueron los que tuvieron que aguantar cuando no teníamos trafic y los llevábamos a trabajar a otras instituciones. Ellos se lo merecen, es una alegría inmensa. Agradezco a la familia por esta donación. A todos por estar presentes y acompañarnos y apoyarnos día a día. Ahora a seguir gestionando para poder seguir brindándole a los alumnos una mejor calidad educativa”.

Del acto también participaron autoridades educativas, concejales, funcionarios, miembros de la cooperadora, docentes y asistentes al CIF.